viernes, 7 de octubre de 2016

¿PARANOIA RUSA?




Por Elsa Claro
¿Exagera Vladimir Putin al ordenar la construcción de enormes refugios antinucleares para proteger a sus ciudadanos? A juzgar por los hostiles pasos emprendidos por la Casa Blanca, y el aumento de una animosidad siempre a flor de piel en Washington, pudiera considerarse que la cautela tiene fundamento. Sobre todo luego de la última ruptura del débil acuerdo en torno a Siria de septiembre.
Aunque flaca, era de celebrar aquella firma de un cese al fuego y un listado de propósitos que - no se sabe por qué-  Estados Unidos no quiso dar a conocer ni siquiera a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y que Moscú se tomó la venia de divulgarlo en parte.
En esta trama hay varios puntos ígneos a tener en cuenta. Ante todo, si algo se conoce es que la administración Obama se comprometió a separar a los llamados opositores moderados de los del Frente al Nustra. Este último es un grupo aliado, bajo tutela  o desprendido de Al Qaeda. No huelga preguntar por qué los que se supone son oponentes sinceros al gobierno  sirio, se juntan y comprometen, actúan incluso, junto  con extremistas que entrenan niños en el oficio del asesinato a sangre fría, cortan cabezas de rehenes y trafican desde petróleo hasta esclavas sexuales.
Pero bien. Digamos que se equivocaron o actuaron de buena fe (los “moderados”, quiero decir). En cualquier caso y tras conocerles tan bien, se supone, no debía ser ni tan lento ni tan difícil para U.S.A. separarles de los otros ¿no?
Un aspecto pactado entre Serguei Lavrov y John Kerry, consistía en abrir camino a una caravana humanitaria de Naciones Unidas destinada a los habitantes de Alepo. El envío hacia la que fuera la más importante área económica de Siria, fue atacado. Aún son dudosas las circunstancias y sobre todo, falta  determinar quiénes fueron los autores.
La versión occidental culpa a la aviación rusa y a la siria. Dicen que ellos atacaron el convoy. ¿Actuaría el Kremlin contra sí mismo sabiendo que le tienen en la mirilla y les impugnan hasta sin el menor motivo? Damasco, menos aún, emprendería algo que iba a perjudicarles. Sería suicida.
Una investigación rusa arroja que con la caravana iba un vehículo con morteros, algo captado por un avión no tripulado que sobrevoló en parte el trayecto y cuyas cámaras dan fe de que el ataque no se realizó desde el aire. Las autoridades rusas pidieron que se creara una comisión mixta o no ligada al caso para que dictaminara con objetividad qué ocurrió,  pero del lado norteamericano han preferido romper los puentes de conexión y eso que, con anterioridad, ellos bombardearon un emplazamiento sirio matando a 62 militares e hiriendo a un centenar.
Sobre su autoría sí que no hay duda.  El operativo fue el preámbulo ¡oh casualidad! de un intento de los sediciosos para tomar el aeropuerto de la zona. El hecho tiene más señales de acto coordinado entre yihadistas y fuerzas aliadas bajo mando estadounidense, que de accidente fortuito.
Que Barak Obama se excusara por el acontecimiento, es un detalle que pese a no ser muy divulgado, resulta  revelador. El presidente sabe que varios altos cargos norteamericanos estaban en contra del pacto suscrito con Rusia, la tregua y el paso encaminado a concluir esta guerra. ¿Acaso el abrupto final del intento se debe a presiones sobre el presidente?
Varios respetables politólogos advirtieron que era posible una tercera guerra mundial a partir de los choques entre el Kremlin y la Casa Blanca a partir de las diferencias con respecto a Siria. Pero llegar a una conflagración nuclear no se debería solo a eso.
Sobradamente se hace referencia a los emplazamientos del escudo antimisiles de EE. UU. que va mucho más allá de los discurrido por George W. Bush cuando sus asesores militares concibieron  el proyecto, pues ya hay parte de ese sistema no solo en el este de Europa, sino también en España y se plantea colocar otro segmento en Corea del Sur. La Federación rusa sigue siendo rodeada por bases militares de la OTAN, que ejecuta frecuentes ejercicios bélicos en obvia preparación de ataque ¿a quién sino a Rusia?
Casi imprescindible resulta recordar los planes en curso de Estados Unidos destinados a modernizar sus arsenales atómicos ¿para y por qué? Parece que las cautelas rusas no son paranoia sino prudente y triste realismo.